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Cuento aleatorio:
Perfil aleatorio:
Asuntos familiares
publicado el 29 de octubre de 2013
Estimada señorita Aceitunas Capá:
Lamento informarle que su padre, el señor Rocha Capá, ha fallecido debido a un desafortunado accidente en su museo de artefactos metafísicos.
Como la única sobreviviente de la gran familia Capá la casa entera se une a usted en sufrimiento. Me he tomado la libertad de comenzar los trámites necesarios para un sepelio digno de alguien tan importante. Entenderá que su presencia será necesaria. No sólo para mantener la imagen pública, sino también para los asuntos legales que vendrán. Sé que es un inconveniente, pero espero entienda la importancia del asunto.
Sinceramente suya,
Cuchillas (su fiel mayordoma)
Estimada señorita Aceitunas Capá:
Me alegra decirle que no tiene de qué preocuparse. El doctor sobrestimó la gravedad del tridente que se encontró en el pechó de su bien estimado padre.
Repito, contrario a lo que dije en mi carta anterior, su padre no está muerto. Está en buenos estados y con ánimos muy alentadores.
Que sus estudios vallan bien y ansiamos verla este verano.
Sinceramente suya,
Cuchillas (la mayordoma)
Hija:
Primero que nada, me perdonas la mala letra y los errores de ortografía. Mis manos no son tan firmes como antes y estoy dictándole a Cuchillas. Como sabes, no se puede esperar mucho de ella.
Me estoy cansando de pagarte todo. Sé que algún día mi herencia va a ser tuya, pero no vas a ver ni un guanín hasta que me muera. Avanza y termina la universidad para que consigas trabajo.
Más te vale que la próxima carta que reciba tenga tu diploma.
Es todo.
Tu padre,
El Señor Rocha Capá
Señorita Aceitunas Capá:
Como me solicitó en su última correspondencia, le escribo para ponerla al día de las eventualidades en la casa.
Su roce con la muerte ha convertido a su padre en un nuevo hombre, más positivo y enérgico. Ha tomado por hacer fiestas a diario y está consumiendo copiosas cantidades de alcohol, al cual parece haber desarrollado una desconcertantemente tolerancia. Esto es preocupante, alguien de su estatura no debería comportarse de esa manera.
Además de esto, nada fuera de lo usual.
Sinceramente suya,
Cuchillas
Mi señorita Aceitunas:
Sé que Cuchillas se ha mantenido en contacto con usted estas últimas semanas. Ella ha hecho lo mejor que puede para mantener la paz y proteger el nombre de su familia.
Así que perdóneme, pero no puedo mantenerme callada.
Su padre le desgarró el brazo al jardinero. Estaba pisoteando las flores del jardín y cuando Marías le preguntó qué hacía, su padre lo atacó. Mientras Marías se desangraba en el suelo su padre masticaba el brazo.
Cuchillas nos dijo que no nos preocupáramos, que de seguro fue un malentendido. No le hemos dicho nada a nadie, pero las tensiones en la casa aumentan.
Ruego que interceda por nosotres cuando el tiempo se lo permita.
Que les dioses la tengan en buena estima,
Naranjo
Señorita Aceitunas Capá:
Recibí su correspondencia pidiendo un avance para su visita y he estado intentando pasarle el recado a su padre. Lamentablemente, el señor se encuentra en estado alterado y no escucha razón. Su pasión por la vida ha tomado un giro negativo y se nos dificulta hablar con él. Pasa el día merodeando la casa y balbuceando cosas que nadie entiende. En las noches se encierra en la sala y contempla los cuadros familiares.
Cuando se calme me aseguraré que haga los trámites necesarios para que usted venga a verlo. Estoy segura que eso lo hará feliz.
Aparte de esto, la casa sigue como siempre.
Sinceramente,
Cuchillas
Mi señorita Aceitunas:
Disculpe que vuelva a escribirle. Esta mañana escuchamos gritos proviniendo del estudio. Cuando entramos su padre y Cuchillas estaban forcejando por una muñeca de trapo. Al vernos, Cuchillas soltó la muñeca y nos dijo que no había sido nada.
Plata, la albañil, nos dijo que le pertenecía a usted.
Estamos preocupades. Le vuelvo a rogar que regrese lo más pronto que pueda para que nos libere de nuestras angustias.
Espero que les dioses nos tengan en buena estima y nos protejan,
Naranjo
Señorita Aceitunas Capá:
Continúo trabajando para que su padre le envíe el dinero que necesita. En buenas noticias, debido a su pobre coordinación motora, el señor me ha confiado el sello familiar, el cual uso para hacer las transacciones bancarias que me solicita. Esto de seguro hará más fácil enviarle el dinero.
Entenderá usted que hasta que reciba el visto bueno de su padre mis manos están atadas. Cualquier otra cosa sería una violación a su autoridad.
Esté en paz sabiendo que constantemente le recuerdo a su padre que necesita ese dinero y que pronto se lo haremos llegar.
Sinceramente suya,
Cuchillas
Mi señorita Aceitunas:
Sé que es la responsabilidad de Cuchillas informarle estas cosas, pero sospechamos que ella no desea preocuparla demasiado. Su padre se comió al lavarropas. Lo encontramos sin garganta, sus intestinos parcialmente devorados, y el cráneo ahuecado.
En nuestro pánico metimos a su ilustrísimo padre en un saco y lo quemamos. Después mezclamos sus cenizas con cemento y agua bendita y lo vertimos al lado de su madre en el mausoleo familiar. Era la única manera de asegurarnos.
Que descansen en paz.
Por favor, no lo tome a mal. Aún somos leales a su familia. Generaciones de servidumbre no serán borradas por algo como esto. Prometemos no decirle a nadie lo sucedido y esperamos su feliz regreso como la nueva señora de la casa.
Espero que les dioses la tengan en buena estima y que perdonen nuestro atrevimiento,
Naranjo
Estimada señorita Aceitunas Capá:
Su padre ha sufrido una recaída. Me imagino que su herida no fue tan leve como supusimos. Está en cama en condición delicada. Nunca me dio su autorización para enviarle el dinero, pero esto es una situación excepcional y no podemos esperar a que su padre se recupere.
Mañana paso por el banco para hablar con el señor Cruz. Siendo solo una mayordoma, no sé mucho de bancos, pero estoy segura que tienen protocolos para excepciones como estas y existe alguna manera de hacerle llegar el dinero.
Nos alegra que la veremos pronto.
Sinceramente suya para siempre,
Cuchillas
Estimada señorita Capá:
Cuenta #131029 (cerrada)
Recibimos su correspondencia en donde solicita una transferencia de fondos desde nuestro banco al suyo.
Como la cuenta está a nombre de su padre no podemos hacer nada sin su autorización. Aunque pudiéramos, no habrían fondos que transferir. Cuchillas, la mayordoma, vino hace unas semanas y con documentación propiamente sellada retiró toda la fortuna y cerró su cuenta con nosotres.
Ignoramos qué motivó a su padre a tal cosa. Por años lo hemos considerado uno de nuestres más valioses clientes. Si nuestres servicios ya no son satisfactorios, solicitamos que hable con su padre para que se comunique con nosotres. Podemos llegar a un acuerdo que sea más provechoso para ambas partes.
Espero que esta noticia no le traiga mayores contratiempos y usted pueda resolver la situación directamente con su padre.
Si necesita cualquier otra cosa, no dude en escribirme.
Atentamente,
Señor Cruz
Gerente de la Cooperativa de Ahorro y Crédito de Cerro Gordo
Otros cuentos del día de brujas:
Este cuento es parte de la colección 'Los Virreinatos de Borikén: Cuentos (2013)' disponible para el Kindle.
